Abejas pican a 24 personas en Aurillac, un caso “muy raro”

Veinticuatro personas fueron picadas, tres de las cuales fueron hospitalizadas de urgencia. Parece el saldo de un incidente sórdido. Pero no, el domingo 6 de julio, Aurillac (Cantal) fue escenario de un ataque... de abejas. Un octogenario sufrió un shock cardíaco y fue atendido por los servicios médicos de emergencia, al igual que las otras dos personas que sufrieron reacciones alérgicas. Al final de la tarde, todo volvió a la normalidad y las víctimas fueron dadas de alta. Sandrine Delorme, fiscal de Aurillac, ha pedido la eutanasia del enjambre responsable. Una retrospectiva de este suceso y las preguntas que plantea.
El domingo por la mañana, el apicultor local fue a recolectar miel de una de las tres colmenas ubicadas en la azotea del Grand Hotel, en el centro de Aurillac. «Lleva diez años trabajando allí, abasteciendo de miel al hotel», explica Vincent Brossel, apicultor y miembro de la Unión Nacional Francesa de Apicultura.
Según él, "la época de la cosecha siempre es un momento delicado". Su colega, según se cuenta, notó que la colmena estaba "poblada" (muy llena) y que las abejas estaban "entusiasmadas" con la miel recolectada. Los vecinos de enfrente, que tenían las ventanas abiertas, fueron picados, y luego la gente de la calle. "Entonces hubo una fiebre, porque cuando una abeja pica, emite una feromona que atrae a otras", continúa Vincent Brossel.
La policía, los bomberos y los servicios de ingeniería municipal establecieron un perímetro de seguridad en la zona afectada hasta que cesen los vuelos de abejas y la situación vuelva a estar bajo control, según la prefectura. Para calmar las colmenas agresivas, los apicultores pueden ahumarlas o rociarlas con insecticidas. Al final del día, las colmenas fueron retiradas del tejado del hotel.
Sí y no. «Es habitual que los caminantes reciban picaduras si pasan cerca de las colmenas cuando el apicultor las abre», afirma Mickaël Henry, director del equipo de investigación de Abejas y Medio Ambiente. Pero que 24 personas sufran picaduras al mismo tiempo es «muy raro». Su colega Lise Ropars, ecóloga del Museo Nacional de Historia Natural, «nunca ha oído hablar de casos como este», a pesar de las «1500 colmenas desplegadas actualmente en París».
El ayuntamiento de Aurillac enfatiza que se está llevando a cabo una investigación, pero plantea varias posibilidades para explicar este comportamiento de las abejas: un "ataque de avispas asiáticas" , "estrés relacionado con un problema con la reina" , una "deficiencia alimentaria en julio" o incluso la "bajada repentina de las temperaturas" . Lise Ropars defiende una "acumulación de factores" para explicar este fenómeno.
La hipótesis de la avispa asiática parece menos convincente para los expertos entrevistados. «Ante una avispa, las abejas generalmente tienden a dejar de salir y a proteger la entrada de la colmena», explica Mickaël Henry. Vincent Brossel coincide: « La avispa provoca la reacción contraria: reduce las salidas de las abejas». Según varios testimonios, se han encontrado avispas cerca de las colmenas. Pero, «siempre hay avispas cerca de las colmenas; es el principal depredador», pone en perspectiva Vincent Brossel.
"Se analizarán las causas de este suceso. En consecuencia, se tomarán las medidas necesarias para evitar que se repita", asegura el ayuntamiento de Aurillac. En declaraciones a la radio Ici , el alcalde, Pierre Mathonier, afirmó que está estudiando vías legales para prohibir las colmenas en la localidad.
Durante varios años, instalar colmenas en los tejados de las ciudades ha estado de moda para preservar a las abejas. Pero este enfoque parece verse afectado por su propio éxito. Por un lado, las abejas compiten con los polinizadores silvestres . Insectos que, además, no tienen mucho que comer en entornos urbanos. «Cuando ves abejas buscando alimento en panaderías, floristerías o cubos de basura, es porque les falta alimento», explica Mickaël Henry.
"Entiendo la emoción, pero hay millones de abejas en la ciudad y el riesgo de picaduras es muy bajo. Los nidos de avispas asiáticas presentan un mayor riesgo de muerte", argumenta Vincent Brossel. Asegura que las colmenas ubicadas cerca de parques proporcionan una buena producción. Y además, ya estamos ahuyentando a las abejas de los campos debido a los pesticidas que están a punto de ser reintroducidos por la ley Duplomb , si, además, también las ahuyentamos de las ciudades...
Libération